sábado, 15 de noviembre de 2014

El verdadero progreso: el progresismo natural.

   
    «Naturalprogresismo (o progresismo natural): Idea fundamentada en el orden natural que expone las virtudes, la pureza racial, la identidad, el civismo, el respeto, la cooperación social, etc. como las únicas vías para progresar; tachando al progresismo común de falso, infructuoso, dañino, nocivo y decadente.»
    


    La palabra progresismo en el espectro ideológico ha sido manipulada hasta tal punto que actualmente esta es sinónima de falta de valores y auge de la libertad insana humana. El progresismo deriva de progreso, y el progreso es un avance, ergo el progresismo consiste en avanzar. No obstante se puede avanzar hacia la bondad o hacia la maldad, hacia lo correcto o hacia lo incorrecto, hacia la virtud o hacia el defecto, hacia la victoria o hacia la derrota. El progresismo hoy en día es un eufemismo para un avance hacia lo erróneo, hacia el defecto y hacia el declive sociológico; todos los actos o eventos maliciosos vienen de la mano de esta palabra tan manipulada: progresismo.


    Esta idea debe usarse única y exclusivamente para un avance virtuoso. Las prácticas negativas no pueden calificarse de progresistas porque no hacen progresar a la nación, por lo cual el progresismo que hasta ahora comprendía el mundo debe ser llamado «retrocismo». Mas ante la difícil propagación de esta idea y la alta necesidad de unos nuevos términos que amparen las verdaderas ideas progresistas he decidido usar los vocablos «progresismo natural» y «naturalprogresismo» para ello. El progresismo natural es el avance hacia la identidad, los valores y la vida, desechando todas las ideas nocivas que atenten contra la integridad de cualquier grupo, etnia o raza tales como la normalización de la homosexualidad, el etnomasoquismo, el odio racial, el capitalismo y el comunismo, la negación de la raza o de la identidad, el exhibicionismo, la violencia, la colaboración con el declive demográfico, la interracialidad, la multiculturalidad, el mestizaje, etc.


    A partir de este momento se hacen oficiales desde el punto de vista social e ideológico las dos palabras antes expuestas para su libre uso por parte de todas y cada una de las personas que necesiten nuevas palabras para describir sus ideas. Ambas palabras no tienen ninguna clase de propiedad intelectual y pueden ser usadas para cualquier fin menos para la demagogia, el engaño y la manipulación.   
                                                                                                          

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